miércoles, 18 de noviembre de 2009

"Quiero decirte ahora"


Quiero decirte ahora,

ahora que estoy lejos,

lejos de tu corazón;

que el llanto ya no aflora,

que no brillas en mis ojos

y ya te di mi último adiós.

Recordando que otrora

fui el héroe de tus sueños,

el que cambió tus penas y odios

por sonrisas e ilusión…

Aunque tal vez no me escuches

y por eso te lo escribo.

Aunque tal vez no me leas

y para el caso da lo mismo.

Y te digo:

El pasado del cual huyes

es un mapa de nuestro recorrido,

no lo intentes, no te mientas;

no desestimes lo vivido.

Yo tan sólo soy un hombre,

que te amó hasta las estrellas

y tal vez por tanto amarte,

no te amé como has querido.

Yo remé en todas las mareas

y siempre quise protegerte,

yo hice el sacrificio

y tal vez no fue suficiente.

Algo hice mal seguramente,

todo es efecto de una causa.

No creí que dejarías de amarme…

Ahora que estoy lejos,

lejos de tu corazón;

ahora puedo verlo,

todo fluye a la razón.

Tú necesitabas que te amen,

yo necesitaba amar a alguien.

Fuimos dos menesterosos,

no comprendimos que el amor

es más que dar y recibir,

es simplemente compartir

las alegrías, las penas, los besos…

Por eso te digo:

No lo intentes, no te mientas.

Yo sólo era un hombre ciego

y tu una mujer callada,

me arrastraste a tu silencio;

hasta que de lo nuestro

no quedó nada.

Hubieran bastado, una mirada,

unas pocas sinceras palabras,

para evitar tanto desvelo,

tantos años sin un te quiero.


"Te libero...Me libero."

No quedan siquiera palabras,

ni las ganas de insistir,

no tengo nada para decir

y ya no quiero escuchar.

Te libero de mentir,

ya conozco la verdad.

El tiempo y la distancia

quebraron toda esperanza,

ya no espero que vuelvas a mí,

ya no hay necesidad.

Nada puede lastimarme,

el pasado quedó atrás;

el futuro es lo que importa

y en el tú no estarás.

Aunque ya no encuentre abrigo

a mi triste soledad,

me pintaré una sonrisa

cuando te vea pasar.

Aunque no me llegue el olvido

y a veces te pueda extrañar,

se que todo pasará

o al menos se hará costumbre.

Quiero mirar el mañana sin tu roció,

sin tus ojos ni tú perfume;

que mis sueños no te nombren,

que no encuentres en ellos asilo.

Después de todo no se esconden

de ti las verdades que hoy tengo;

no hay nada que explicar,

tu desamor congeló el fuego.