Cuando camino por la calle,
aún te busco en las miradas,
será que te llevo en mi alma
o ella me lleva hacia ti.
La soledad me empuja a hallarte
y al volver con las manos vacías,
me abraza y me tira en la cama,
a soñar que has de venir.
Me levanto por la mañana
y te hablo… y me hablo en el espejo:
Otra vez a buscarte, voy a salir
espérame donde quiera que yo vaya.
Por favor espérame…
Es que me estoy sintiendo algo viejo
y otro tanto un poco cansado.
La soledad no tiene perfume
ni oídos para escucharme,
ella jamás me ha hablado,
sólo empuja y espera
a que vuelva con los brazos caídos.

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