martes, 24 de febrero de 2009

"Yo estuve siempre"

Yo estuve siempre a tu lado,
aunque a veces no pareciera,
aunque no mediaran palabras,
aunque estuviera callado.

Sequé siempre tus lágrimas
y las que no, me las has ocultado;
aunque a veces faltaran besos
y tal vez también abrazos.

Yo estuve siempre a tu lado,
desde aquel día que la tristeza
te trajo a mí, como un pollito mojado,
yo te di amor y te di alegría.

Te di calor, te di mi vida…
y ahora me dejas, extraviado,
en una soledad inmensa,
con el corazón quebrado.

Seré como una sombra nocturna,
anhelando el tiempo pasado;
seré un lobo solitario,
aullando a la luna…

Pero más, sin ti, no seré nada

viernes, 20 de febrero de 2009

"Almas gemelas"


Éramos ángeles perdidos

faltos de sueños, de amor, de fe.

Así en la vida nos encontramos,

llenos de tristezas y de porques.


Tú, de alas suaves, blancas,

de radiante ternura y pureza.

Yo, de alas vencidas, negras.


Ambos de alas rotas, roídas

por extensos vuelos solitarios,

buscando nuestras almas gemelas.


Así lentamente nos cobijamos,

piel a piel entre miradas

y de a poco nuestros silencios

fueron entretejiendo palabras.


Así surgieron proyectos

fundiéndonos en creciente afecto,

del cual estas almas desesperadas

estuvieron tan carentes.


Nos curamos corazones y alas,

nos prometimos hasta en la muerte,

amarnos, cuidarnos siempre,

ser eternas almas gemelas...


Tú y yo, de alas blancas y negras.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Ya no queda nada...


Ya no queda esperanza,
ya no quedan sueños…
Tu amor tendrá otros dueños
cuando yo aún viva de añoranzas.
El tiempo me dejó sin fuerzas
para luchar por lo que quiero,
mi corazón ya esta de duelo
en una soledad inmensa.
Tu cuerpo me hará falta
como el pan que ponías en la mesa,
Tu voz será como un eco,
rebotando en los silencios de la casa.
Mis manos ya están frías,
como muertas sin tu espalda.
¿Qué será de mi vida?...
sin el calor de tu mirada,
el futuro será cada día
terminando en una noche amarga.
Ya no quedan risas
ni con quien compartirlas,
ya no quedan caricias,
ya no queda nada…
El fuego ya es ceniza
que descansa en mi alma.

Al fin...!
















Al fin todo termina,
tú te vas por tus caminos
y yo, que ya lo sabia,
dejo que haga el destino.

Cambio el dolor de la herida
por otro nuevo, distinto,
el de la soledad por tu ida,
el de tu amor extinto.

Dormiré en la orilla del día
cuando la noche haya muerto,
con los ojos cerrados a la agonía
y el corazón otra vez abierto.

Al fin me muestra su ironía
el destino tan incierto,
no voy a llorar tu partida,
las lágrimas quedan adentro.

Dolerá el amor hasta la cima
en lo que dure el capricho del tiempo,
hasta que quiera la vida
que deje mi boca tu aliento.