
Ya no queda esperanza,
ya no quedan sueños…
Tu amor tendrá otros dueños
cuando yo aún viva de añoranzas.
El tiempo me dejó sin fuerzas
para luchar por lo que quiero,
mi corazón ya esta de duelo
en una soledad inmensa.
Tu cuerpo me hará falta
como el pan que ponías en la mesa,
Tu voz será como un eco,
rebotando en los silencios de la casa.
Mis manos ya están frías,
como muertas sin tu espalda.
¿Qué será de mi vida?...
sin el calor de tu mirada,
el futuro será cada día
terminando en una noche amarga.
Ya no quedan risas
ni con quien compartirlas,
ya no quedan caricias,
ya no queda nada…
El fuego ya es ceniza
que descansa en mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario